1- Hervir agua en un cazo y pelar los dientes de ajo.
2- Escaldar los dientes de ajo dos veces, cambiando el agua en el medio.
3- Vuelve a ponerlos en la cacerola vacía y cúbrelos con vinagre blanco.
4- Llevar a ebullición y escurrir directamente
5- Coloca los dientes de ajo en un frasco esterilizado. Agrega los aromáticos y la pimienta de Espelette.
6- Calentar el aceite de oliva (sin que hierva) y verter en la jarra.
7- Cierre el frasco y gírelo inmediatamente para crear un vacío de aire mientras el frasco se enfría.
8- Una vez enfriado, voltea el frasco y guárdalo en un armario.
Hay que esperar varias semanas antes de degustar (al menos 4 semanas).
La espera merece la pena, ¡será excelente!