LA TRUFA NEGRA:
La trufa negra, en latín Tuber melanosporum, o incluso la trufa del Périgord, se desarrolla en primavera y crece desde mediados de agosto para ser recolectada varios meses después, entre noviembre y marzo. Solo se encuentra en suelos calizos a una profundidad de 1 a 15 cm al pie de los árboles truferos (robles, tilos, avellanos, etc.). La trufa negra tiene una forma bastante redondeada. Su carne es firme y negra, jaspeada con un veteado blanco.
LA TRUFA BLANCA:
Las trufas blancas, en latín Tuber Magnatum Pico, o trufas de Alba, se cosechan de octubre a diciembre. Se encuentra en la región de Alba, Italia. Todavía poco conocido hace unos años, ahora es muy popular. Además de sus grandes cualidades gustativas, su rareza lo convierte en un plato excepcional. La trufa blanca tiene una piel lisa amarillenta y una pulpa marrón claro veteada de blanco.
TRUFA DE VERANO:
La trufa blanca de verano, en latín Tuber aestivum, o trufa de San Juan, se recolecta desde abril hasta finales de agosto, a diferencia de sus primas.
Visualmente, la trufa de verano se parece a la trufa negra, pero a menudo es más voluminosa y firme. En el interior, su pulpa es blanca cuando está inmadura, luego amarillenta a beige cuando está madura. Está atravesado por finísimas vetas blancas, que son el motivo de su denominación "trufa blanca de verano".
Lo especial de las trufas de verano es que deben comerse crudas. Al cocinar, sus aromas vuelan.
¿CÓMO CONSUMIRLOS?
La trufa, ya sea negra o blanca, va bien con ciertos alimentos. Las patatas, el arroz, los huevos o la pasta capturan perfectamente los sabores de la trufa. Además, ciertos aromas y sabores destacan especialmente el potente sabor de la trufa. Entre estos encontramos ajo, cebollino, puerro o incluso parmesano. Si está haciendo pasta con trufas, ¡no olvide agregar algunas virutas de parmesano!
Aquí está nuestra receta de tagliatelle con trufas:
Las trufas de verano se pueden comer crudas, en ensaladas, en pasta o en tortillas, por ejemplo. También se come mucho como aperitivo, en tostadas o cortado en tiras y rociado con aceite de oliva y flor de sal.